miércoles, 26 de agosto de 2009

One day with Dra. INconsciencia/LOCURA

'miedo a que el viento vuele más rápido
que mi corazón y que el cielo caiga
antes que la noche lo haga...'

Es simplemente eso. El viento corriendo a tu lado; tus músculos latiendo en todo tu cuerpo; el solcito de invierno que, aunque no debería serlo, estaba fuerte y pegando justo en tu espalda; gente a tu alrededor, con mates, guitarras, hombres, mujeres... Personas que no conoces ni te conocen y, a pesar de aquella insignificante circunstancia, fijan sus curiosos ojos en tu soledad cuadrada, llenada por tan sólo una hoja; la sonrisa que se tuerce en tus labios desdibujando todo dejo de histerias tristes pasadas; tus oídos que se endulzan hasta lograr entrecerrar tus ojos al débil canto de un extraño sentado enfrente tuyo (aunque en realidad, sólo escuchas la mitad de su obra de arte) y mientras tus deleitados globos oculares se entrecierran, una sonrisa ladeada ilumina tu rostro al tiempo que una brisa quita el cabello de tus hombros y unas atrevidas palomas vuelan sobre tu cabeza.

Vuelco del corazón.

Tus diabéticos ojos ven lo que quieren ver y frente a la falsa percepción de un indeseado personaje apareciendo ante tí, sólo puedes desear que sea un engaño del deterioro de tu sentido visual. La piel se te estremece, tus pelos se ponen de punta, erizándose, y sin embargo no deseas cubrir tu cuerpo con trapos porque el sol en tu espalda se siente tan bien... Suspiras y cierras tus ojos, concentrándote casi únicamente, en escuchar los ruidios de esta selva en medio de la ciudad con el objetivo de huir por un tiempo, y lo lográs, sintiéndote de repente rodeada por árboles de algodón y un pasto que no puede parar de crecer. Te sientes volar, como si el único límite fuera alcanzar las estrellas y hasta no lograrlo no te detendrías por nada. Sigues tiritando (con tus tripas crujiendo por el hambre que tienes) mientras tus ojos danzan al compás de un vuelo y tu nariz se llena del impuro humo, ladrón de conciencia, que te haría volar tan alto... Y caer de un sopetón.

Ves como el sol corre hacia el Oeste, cultándose, intentando juntarse con la luna. Una vez más, sonríes de coté y sientes esa enorme libertad en la cual tu único dueño eres tú mismo y el único límite (por no decir que es inexistente) es tu imaginación. Un dejo de tristeza te llena en cuanto dejas de sentir el calor en tu espalda y chasqueas tu lengua, lamentando que el sol se haya cansado de darte calor. De nuevo tus ojos se obnubilaron escuchando el tranquilizador cuasi sedante sonido de una viola y una voz al unísono afinadas en su desafinación. 'Mi menor! pasa a Mi menor! Fa, Mi menor... No, no es un Sol!'. Sonríes bobamente mientras observas con atención como el muchacho intenta afinar su hermosa viola. Al levantar la vista de tu mar de palabras ves como casi fuiste golpeada por un balón de fútbol.

Suspiros.

Sonrisas.

Más suspiros y sonrisas al percatarte que no sólo se trata de una viola (cuyos sonidos conoces) sino también de un teclado tan pequeño como tu cuaderno, y detienes tu escritura para escucharlos con atención y sin disimulo, deseando tener contigo a Negra... y logrando relajarte, sintiendo que en verdad, no hay problemas que te aquejen y estremeciéndote con satisfacción frente a aquél alivio momentáneo...

Eres adicta a una única droga y ésta es tu imaginación. Decides no tener frío conveciéndote de la idea que éste es psicológico. Sonríes ante la idea de creer que eres la única persona lo suficientemente loca como para hacer esto, y sonríes al descubrir que de veras te produce un enorme placer escribir oyéndo música producida por alguien (y no por un pequeñísimo artefacto al cual se suele denominar MP3). Y si bien sientes tus palabras fluir y esconderse (como sucedía con Penélope y su tejido) no te importa en lo más mínimo, pues ya no sientes frío. Sonríes también al ver que no tienes ni noción del timepo que llevas ejercitando tu no-disimulo con los músicos frente a tí, lo que es más, te encanta saber que no disimulas. Ahora te quedas anonadada por los incesantes intentos de una pequeña niña que a lo lejos intenta una tras otra y otra vez hacer una vertical clavada. Cada vez tus preocupaciones ocupan un lugar más insignificante...

La simpleza de un espacio verde, de la soledad en compañía, del sonido de un curvilíneo instrumento y los mates en derredor simplemente te llenan el alma, y decides guardar tu única compañía para escucahr el magnífico recital que sucede justo delante de tus retinas... Y una vez adentro, ahora sólo te dedicas a ser caradura, escuchar y observar...

lunes, 10 de agosto de 2009

disConNecteed..

Pensaba. Desparramada en mil pedazos, desprendiéndose éstos de sí mismos, cada vez siendo más y más, mas sus ideas se multiplicaban en tanto su cuerpo se desarmaba. Sus pensamientos se iban subdividiendo con una velocidad y en una cantidad que era inconcebible. Estaba ella en su cama, pero sin embargo sentía que ya había invadido todo el lugar con su oscura presencia. Se sentía gris, en un mal modo. Pero pensaba, aun pensaba. Era lo único que podía darle señales de vida. El mundo era gris, no había esperanza, que por pequeña que fuese, pudiera sacarle un poco de brillo a ese zapato lleno de polvo. Las cosas habían permanecido intactas por tanto tiempo que ya tenían su territorio delimitado por un mínimo sector limpio debajo de sí mismos. No se movían, ella no se movía, tampoco los movía, solo pensaba e iba sintiendo como, de a poco, comenzaba a formar parte de la habitación, como su inactividad continuaba afectando al mundo, más bien, seguía volviéndolo gris, aun más si era eso posible.

Ya no sentía su cuerpo como tal, sus miembros no formaban una unidad, ni aunque quisieran, sus manos podían formar un puño, articular los dedos. Todo se estaba deteniendo en una perfecta imagen de un cuarto en la penumbra de la noche. Sin embargo, no era sólo una recamara; en ella se encontraba la perdición, el descuido y la desdicha. El desinterés de la humanidad estaba concentrado en los pensamientos de esa persona que se mimetizaba con el entorno. Sus pensamientos líquidos se desvanecían, se evaporaban. El mundo, de repente, rotaba más despacio, como si se hubiera cansado de dar vueltas en un mismo eje, de rodear siempre al Sol, y que su vida fuera cíclica. Era todo un vaivén interminable de situaciones repetidas bajo distintas circunstancias. La tierra se cansó, y así también se cansó la población volviéndose una masa uniforme y gris, sin vida...

Y ya no pensaba. No. Ya no, simplemente se dejó llevar por una extraña fuerza que la inmovilizaba, como todo en derredor, como la sociedad, como la Tierra, como el universo... Una rutina que terminó ganando por cansancio una pelea en la que nunca se supo cuál era el otro bando, todo parecía ir asimilándose, sin presentar oposición, dejándose llevar como el río. El mundo inmovilizado ya no piensa, ya no siente, ya no ama... Solo muere.

domingo, 9 de agosto de 2009

IPC classes

'Miro. Miro y no veo más que rostros sin cara. A mi alrededor no hay más que cuerpos vacíos, inertes. Me persiguen. No me dejan respirar, cayendo uno tras otro encima mio, aglomerándose, quitándome el aire. Yo no podía moverlos, por mucho que me esforzase, eran más fuertes que yo. Desistí, me rendí cuando supe que ya era demasiado tarde y que, de todos modos, no sobrevivría. Nunca había tenido ningún acercamiento a la muerte, ¡oh, no! No me atrevía siquiera a pensarme haciendo algún deporte extremo, o bien fuera de mi hogar por muchas horas (más de dos ya me parecía terrible). Siempre llevé una vida llena de miedo, prefería quedarme en lo que sabía que era seguro. No. A diferencia radical de mi hermano, a mi no me gustaba experimentar. No señor, dentro de mi casa es mejor... Pero nada de eso importaba ya, nada de eso. Moriría. Era la única cosa segura entonces. Yo podía sentir como, de a poco, este mundo inerte y desconocido iba succionando mi cuerpo, mis ropas, las pocas pertenencias que traía conmigo, y ahora puedo decir que hasta mi alma y pensamientos les pertenecían. Ahora yo era uno más en el montón de masa inerte, me iba mimetizando. Ya no podía sentir siquiera que todas las partes...'

- Bueno chicos, entonces si están en el boliche y un flaco...

Había estado escribiendo toda la clase, y ahora no entiendo nada en absoluto. Descubrí que no podía escribir y prestar atención.

sábado, 8 de agosto de 2009

'I'll see you on the dark side of the moon...'

Era un caluroso día de verano, ¡y lamentaba no haber llevado las ojotas al viaje! Hacía un frío descomunal en San Bernardo y todo parecía anunciar que una enorme y muda tormenta se avecinaba. Calzé el sobrero con los dedos de lo pies y volví al oscuro departamento en el que nos hospedáramos. Una vez arriba, habiendo dejado en el pasado el último rellano de la escalera y el río que caía sin piedad, golpeteando en el techo de chapa, me encontré con algo que me resulto por completo descolocador. Mis amigos ya se habían bajoneado todo el fernet y, creyéndose buenos compañeros me dejaron sobre la mesa un plato, un vaso y una botella.

- Eh, Carlos, ahí tené la polenta que sobró... ¡¿Por qué te tardaste tanto?!- grito Pedro del otro lado de la mesa entre socarronas risotadas. Atrás suyo, Benjamín corría despavorido gritando que era Batman y que yo era su Robin.

Para complementar el bullicio que ya nos invadía, la televisión estaba prendida en una entrevista al ex presidente Kirchner que discutía con Polino sobre Adon-i y recordaba su casamiento con un dejo de nostalgia. Recogí de la mesa mi vaso de gancia batido y le di un largo sorbo, y terminé por fondeármelo. La habitación me daba vueltas, pero no me importó y me serví otro vaso más, y otro.

Así salimos a la calle, donde en cuestión de segundos estábamos pasados por agua, como si hubiésemos tomado una segunda ducha. Corrimos por la calle sin destino, de aquí para allá, hasta toparnos con un enorme Carrousel que se encontraba en desuso, y alrededor del cual nos pusimos a merodear, dándole interminables volteretas y riendo a carcajadas... Todo seguía dando vueltas y vueltas - como la incansable calesita -, veía dos caballos y le pifiaba a ambos.

La lluvia tronante, ensordecía mis oídos con zumbidos y mientras derramábamos unas cuantas gotas de tequila desordenadas por la calle me desvanecí por completo allí y al amanecer me encontraba frente al majestuoso e imponente mar.

Luego de aquella noche, decidimos nunca más volver a hablar de Pedro, quien yacía enterrado en una tumba que rezaba 'Crazy man'...

viernes, 7 de agosto de 2009

The eternal process

¿Cómo empezar un texto que quizá no tenga principio ni final? Comenzamos cosas, cosas que a veces terminamos, cosas que a veces quedan inconclusas, cosas que a veces llegan a ser mucho más que simples ‘cosas’.

Ambicionamos. Deseamos cumplir lo que sea que nos propongamos, sin importar realmente de qué manera. ¿Cuántas veces has dicho que harías algo sin importar cómo?

Queremos obtener placer instantáneo y lo que nos preocupa, en realidad, es tan sólo el mero hecho de conseguir lo que deseamos.

Procesos. Procesos que, necesariamente, tenemos que atravesar y es aquí en donde se marca la diferencia. Ese viaje en colectivo para llegar a destino; esas infinitas horas sentados en la silla estudiando para aprobar el examen; aquellas tediosas materias que soportamos para terminar el secundario; tantos profesores que nos disgustan; esos procesos cíclicos que emprendemos para lograr nuestro objetivo, sea cual sea, con mayor o menor esfuerzo de nuestra parte y con mayor o menor interés. Un ejemplo de la vida cotidiana consta en un estudiante que, para poder obtener su título, debe (obligatoriamente) completar todas las materias que se encuentran dentro de la carrera. Nuestro alumno podrá simplemente pasar por esas materias, con una única meta: sacárselas de encima para poder conseguir lo que desea, su título universitario; o bien nuestro estudiante podría dedicarse y compenetrarse con las mencionadas asignaturas, para que no sólo sean ‘necesarias’ para satisfacer su deseo, sino que pasen a formar parte de su deseo. Está en cada estudiante decidir como atravesará la carrera: con el único fin de terminarla o realmente pasando por ella. Está en cada persona hacerse responsable porque su paso por la vida terrenal tenga significado

Nos demos o no nos demos cuenta, en la vida en general sucede lo mismo. Nos rodean objetivos que nos autoimponemos, tenemos los medios para llegar a ellos y la forma en que trascenderán (o no) en nuestra historia. Vamos creciendo, cumpliendo año tras año en un monótono ciclo que nunca se corta, en una vida que sigue un curso en el cual no existe la marcha atrás y que tampoco se queda al lado del camino; simplemente avanza a una velocidad continua. Sin embargo, debemos tener muy en claro que no es tan sólo este ‘gran ciclo’ por el que estamos atravesando el único que importa, puesto que dentro del todo del que estamos hablando, existen otros procesos que se van sucediendo inmediatamente, casi tanto como los años. No basta que terminemos de hacer determinadas cosas para que comencemos con otras, no se detiene, no nos detenemos…

Dificultades. ¿Quién no las tiene? En nuestro camino de la vida atravesamos distintos desafíos que, con intención o sin ella, nos incentivan a seguir su camino, a descubrirlos, descifrarlos y, por sobre todas las cosas, superarlos. Durante toda nuestra vida atravesamos por problemas… Cada año implica un nuevo problema, y un renovado alivio por haberlo superado con éxito. Así vivimos. Es casi una rutina ir por nuestros días de dicha manera, una rutina que a veces mata y otras tantas fortalece.

Cada año implica eso. Un fortalecimiento, crecer, superar, terminar y comenzar. Todo al mismo tiempo… Pero, volviendo sobre nuestras palabras… ¿Cada nuevo año, de veras termina antes que el siguiente comience?

jueves, 6 de agosto de 2009

Just what I needed

Reflexión sobre el análisis de la canción posteado con anterioridad.
Ahora, lo prometido es deuda.


a lalalala long * that look in your eyes makes me crazy ,*, disappear for a while . pproceSo inVersso dice (12:35 a.m.):
es claramente por lo qe pasa todo el mundo, por lo k pasamos nosotras en particular, pero yo le haría una modificacion para con nuestras vidas en particular, si y solo si hablamos de vale y shir. Yo nos (auto)considero personas que valoramos mucho las pequeñas cosas de la vida, por eso considero que ante nuestros ojos tenemos un mundo que se nos presenta con majestuosidad, con una presencia inigualable e inentendible por cada uno. pero considero que eso es lo que más valoramos i es ahí donde esta nuestro mayor problema, porqe es lo que nos impide (no siempre, ojo, estos son siempre los límites más MOVIBLES de los que jamás voy a hablarte yo) ver el más allá, porqe incluso cuando vemos más allá, no lo vemos con ojos desafiantes i con ganas de ('fundiendo nuestras garras') llegar, porqe de cierto modo siento que somos (como dicen de geminis) como el viento, nos dejamos ir, simplemente extendemos nuestras alas i volamos, volamos con nuestras palabras i nos transportamos a ese majestuoso mundo que se nos presenta más allá, y al cual no le damos la importancia que la canción en cuestión
a lalalala long * that look in your eyes makes me crazy ,*, disappear for a while . pproceSo inVersso dice (12:37 a.m.):
le da, pero llegar a ese 'más allá' llegamos, solo que de distinta manera porqe valoramos de distintas formas las incongruentes cosas que suceden en la vida, en el mundo, en nosotras..
todo nos fascina y todo nos parece muy soso al mismo tiempo, no podemos quedarnos por completo asombradas frente a un opbjeto en sí o a una cosa ens i, tal como la puesta del sol, cosa que, para muchos, resulta insignificante y a lo que yo te planteo ahora un desafío aún más grande que entender nuestra canción que, de por si, no es tan compleja para nosotras... Encontrá UN SÓLO atardecer que no te transmita cosas? enbcontrá UN SÓLO atardecer que no te hable?
a lalalala long * that look in your eyes makes me crazy ,*, disappear for a while . pproceSo inVersso dice (12:37 a.m.):
ENCONTRÁ UN SÓLO MOMENTO DE LA VIDA QUE NO TE MUEVA ABSOLUTAMENTE todo EL PISO.
- Vale . Es lo mas lindo de mi utopía, de este utópico mundo rosado. proceSo InVerso dice (12:39 a.m.):
sisis, ya lo leí.. pero también lo copié.. sinceramente estoy un tiqui SHOOKKEADA!
a lalalala long * that look in your eyes makes me crazy ,*, disappear for a while . pproceSo inVersso dice (12:39 a.m.):
yo tb
- Vale . Es lo mas lindo de mi utopía, de este utópico mundo rosado. proceSo InVerso dice (12:39 a.m.):
es increiblee como resumiste nuestra vida
a lalalala long * that look in your eyes makes me crazy ,*, disappear for a while . pproceSo inVersso dice (12:39 a.m.):
necesitaba descaregarme
a lalalala long * that look in your eyes makes me crazy ,*, disappear for a while . pproceSo inVersso dice (12:39 a.m.):
no entendes lo flojita qe m siento ahora
- Vale . Es lo mas lindo de mi utopía, de este utópico mundo rosado. proceSo InVerso dice (12:39 a.m.):
no lo había visto así nunca
a lalalala long * that look in your eyes makes me crazy ,*, disappear for a while . pproceSo inVersso dice (12:39 a.m.):
lo voy a poner tal cual en el blog

Homenaje necesario y SIN permiso

Análisis de una canción desarrollado por una cantante (y pseudocompositora) sin igual

'Citando a una conocida frase de una canción “¿Dónde voy?, ¿Dónde estoy?, ¿Quién soy yo?, ¿Qué hora es?, ¿Dónde estaré?”, quién no se hizo alguna de esas preguntas en su vida?, quién no dijo, ¿Qué mierda hago en este lugar, en este momento, VIVO?, y teniendo en cuenta que son pocos los que, como Súperman, vienen al mundo para salvar personas, tu duda crece al saber que no viniste por nada en particular y depende de vos encontrar el por qué estás acá. Dispuesto a romper lo que la amada biología nos inculcó, “el hombre nace, crece se reproduce y muere”, sabés que durante el proceso debés encontrar algo que la biología jamás podrá explicar y que está mucho más allá de este mundo no tan certero.

Buscando tu destino, buscando ese frágil por qué, te encontrás que va mucho mas allá de una simple decisión como, elegir un deporte, un instrumento, un tipo de ropa, tipo de música, una carrera, un trabajo, una pareja, lugar donde vivir, la salida de un sábado, si a las drogas, no a las drogas, aún va más allá de elegir tu forma de ser, tu personalidad, tu camino, y cuando te percatás de todo esto es cuando entrás en la eterna búsqueda que no tiene fin, y esa palabra medio desconocida entra en tu vida, y decidís comenzar a buscar TU ESENCIA.

Así es como esta persona comienza este camino, un camino que será difícil, con tantos obstáculos, pero listo para ser andado.
Contaba la historia que había niebla cayendo en un abismo, tierra que crecía sin piedad alguna, vida saltarina, y sin embargo, a pesar de las genialidades que presentaba este mundo, él miraba mas allá, pasando por encima a todas las sorpresas que sus ojos le permitían ver.

La medicina cuenta que hay músculos que se desgarran, pero en cuanto un sentido lo hace ahí notas que el esfuerzo por mirar más allá se convierte en un trabajo doloroso y duro, con la mirada desgarrada, su cabeza viajo al más allá, y el acá se convirtió en la nada, fundiendo sus garras, esforzándose, usando todas sus armas, comienza a descubrir su lugar, aquel en el que uno puede ser quien realmente desea.

Pasando de estado sólido a gaseoso su cuerpo se convierte en aire, luego continua el viaje en forma de viento, y hasta logra deslumbrar a su eterna duda, “la vida”, y aspira a lo que nunca nadie podrá; sobre las incesantes aguas logra tocarla, cada vez más cerca, descubre secretos, secretos que consiguen cegar ojos que ya son inútiles, convirtiéndolos en algo mas inservible aún, pero ese ser perverso dueño de esos ojos ciegos hoy ya no mira pero tampoco desgarra su mirada.

Entre la oscuridad húmeda de las selvas y lo inalcanzable de las montañas, prueba café con cerveza, un libro con dolor de cabeza, frio y calor, dolor y alivio, nacimiento y vida, padecimiento y muerte, muerte y vida, vida y muerte. Lo eterno de un horizonte inalcanzable lo aturdidor de un silencio, lo tenebroso de un paraíso que ya está marcado.
Luego de una gran búsqueda, no queda más que fundir el corazón, y dar por finalizado el camino.'


By Valeria Yael Mastbaum.
Persona cuya característica central
es poder levantarle el ánimo a una pequeña
'poeta'.